jueves, 7 de junio de 2012


Es importante tener en cuenta que debemos inculcarles a nuestros alumn@s las normas de aseo personal  para mantener una correcta y saludable higiene corporal, esto implica que desde el hogar se deben manejar y difundir dichas normas para que luego en la escuela sean reforzadas permanentemente, aún desde la educación temprana se maneja con prioridad el ámbito y el área de la Salud con métodos de enseñanza y aprendizaje satisfactorios para el alumno, como los juegos didácticos, las estrategias y herramientas educativas implementadas por el Docente. 



PRINCIPALES HÁBITOS DE HIGIENE


HIGIENE DE LA PIEL

La piel es el órgano más grande del cuerpo, por eso también una buena lugar para microbios escondidos. La piel puede servir como una barrera contra enfermedades si es limpia o un hogar de microbios que causan enfermedades si es sucia.
·         Lave diario especialmente después de trabajo duro y mucho sudor.
·         Asegure que la piel está seca después de bañarse para prevenir hongos.
·         En temporadas de viajar a playa, ríos y piscinas, se debe mantener estricto cuidado con la piel, usar protector solar, ducharte para quitar el agua salada o con cloro, usar cremas hidratantes, y jabones neutro sobretodo en los niños.
·         No dejar mucho tiempo las prendas mojadas puesta, si es posible cambiar una vez allá terminado el momento de esparcimiento.








HIGIENE DEL CABELLO

El cabello se ensucia con mucha facilidad porque retiene el polvo, las secreciones del cuero cabelludo y su descamación (caspa). Es aconsejable lavarlo 2 o 3 veces a la semana en función del tipo de cabello (graso, seco ...), y teniendo en cuenta frotar con las yemas de los dedos, nunca con las uñas, y realizar al final un buen enjuagado para no dejar jabón. La elección del champú debe hacerse en función del tipo de cabello. Estas medidas generales deben modificarse en casos especiales como en el supuesto de existir piojos.


HIGIENE EN MANOS Y UÑAS

Por su relación directa y constante con el medio, las manos son uno de los más importantes vehículos de transmisión de infecciones. Hay que lavárselas con agua y jabón al levantarse de la cama, después de tocar animales, antes de manipular alimentos, antes y después de curar cualquier herida, después de ir al baño y cuando se ha estado en contacto con posibles fuentes de contaminación o intoxicación (basura, estiércol, tierra, productos tóxicos).



HIGIENE DE LOS GENITALES

Los genitales, al estar tan próximos a los orificios de salida de la orina y las heces, son una parte del cuerpo que requiere especial atención. Tanto la vulva como el pene tienen una serie de pliegues que hay que separar para lavarlos correctamente. Las niñas deben lavarse de delante hacia atrás para no arrastrar restos de heces a la vagina. La regla no contraindica la limpieza. Por el contrario, exige una mayor frecuencia. Los niños deben bajar la piel del prepucio y limpiar el glande. Los desodorantes íntimos deben desecharse, pues pueden alterar la mucosa vaginal y exponerla a infecciones. 


HIGIENE DE LOS PIES

La limpieza de los pies es de gran importancia, ya que al estar poco ventilados por la utilización del calzado, es fácil que se acumule en ellos el sudor que favorece la aparición de infecciones y el mal olor. Hay que lavarlos diariamente y es fundamental un buen secado, sobre todo entre los dedos, para evitar el desarrollo de posibles enfermedades. Las uñas de los pies al igual que las de las manos, se cortarán frecuentemente y en línea recta para evitar encarnaduras. Los zapatos deben ser cómodos, preferentemente de materiales naturales, para facilitar la transpiración. También serán adecuados al tamaño del pie, pues un zapato excesivamente amplio puede ser incómodo y dar lugar a torceduras. Por el contrario, si es demasiado estrecho impide el desenvolvimiento natural del pie y produce durezas, rozaduras e incluso deformaciones. 


HIGIENE EN LOS OÍDOS
La oreja y el oído externo deben lavarse diariamente con agua y jabón. Evitar la entrada de agua en el oído medio. Esto se consigue inclinando la cabeza hacia el lado en que se está lavando.
Los bastoncillos de algodón se deben utilizar solo para secar los pliegues, pero nunca para la limpieza del oído, ya que empujan la cera hacia dentro y contribuyen a la formación de tapones. Si se observa la existencia de secreciones, picor persistente o disminución de la audición, es aconsejable consultar al médico.

HIGIENE EN LOS OJOS
Aunque los ojos tienen un mecanismo propio de limpieza, constituido por el sistema lagrimal, deben lavarse diariamente con agua, especialmente al levantarse, para eliminar las legañas producidas durante el sueño. Como medida de protección de los ojos hay que tener en cuenta: usar una buena luz para estudiar y leer, que entre por la izquierda para los diestros y por la derecha para los zurdos. Si es artificial es aconsejable que sea de 60w y color azul; no leer en vehículos en movimiento, ya que provoca variaciones continuas en la distancia entre el ojo y el texto; mantener una distancia adecuada cuando se utilizan ordenadores o se ve la Tv. Los padres y maestros pueden detectar defectos de visión en los niños, observando su actitud en relación a la lectura, escritura y pizarra. Es aconsejable que la visión sea valorada por el médico periódicamente y usar gafas en caso de estar indicadas. 

HIGIENE EN LA NARIZ
La producción de moco como lubricante y filtro para el aire es importante, pero el exceso de mucosidad obstruye las fosas nasales y dificulta la respiración. La limpieza de la nariz consiste en la eliminación de moco y las partículas retenidas en el paso del aire. Esta eliminación debe hacerse utilizando un pañuelo limpio y tapando alternativamente una ventana nasal y luego la otra y sin expulsar el aire con mucha fuerza. En caso de obstrucción persistente, se pueden hacer lavados con suero fisiológico, echando unas gotas en cada una de las fosas nasales. Esto es recomendable hacerlo unas horas antes de las comidas. Otra medida es tomar vapores de agua, sin añadir otra sustancia, a menos que lo indique el médico. Los niños deben llevar siempre un pañuelo limpio y evitar tocarse la nariz con las manos sucias, que pueden producir infecciones.

HIGIENE EN LA BOCA

Los cuidados que hay que tener con la boca están encaminados a prevenir la caries dental y la enfermedad de las encías (periodontal) y mantener la dentadura apta para sus funciones, además de producir bienestar y hacer agradables las relaciones con otras personas. Las caries se pueden evitar con una reducción del consumo de azúcar; mediante un cepillado de los dientes y encías dos veces al día, a fondo pero suavemente; con el uso de un dentífrico fluorado; con las visitas periódicas al dentista para detectar signos precoces de enfermedad dental. El tipo de cepillo recomendado para la limpieza es de cabeza pequeña, mango recto y cerdas de nylon de dureza media o suave. Hay que cambiar el cepillo con regularidad en cuanto las cerdas se deforman. Es aconsejable usar una pasta de dientes fluorada. En el cepillado, lo fundamental es eliminar la placa minuciosamente sin dañar las encías. La técnica de barrido es más eficaz que la giratoria, más fácil de aprender y de aceptar. La forma de hacerlo es colocar los filamentos del cepillo en el cuello del diente haciendo movimientos horizontales muy cortos y frecuentes. También es aconsejable cepillarse la lengua. La placa vuelve a formarse en 24 horas, de manera que los dientes tienen que limpiarse cuidadosamente al menos una vez al día, aunque lo mejor es después de cada comida.

HIGIENE EN LA ROPA Y EN EL CALZADO
La ropa y el calzado deben ser objeto de especial atención. Es indispensable cambiarse de ropa después de la ducha o baño. La ropa interior se cambiará diariamente. Los niños llevarán ropas cómodas, no ajustadas, de fácil lavado y adecuadas a cada momento y situación del día. Para dormir, utilizarán ropa amplia y diferente a la usada durante el día. Se debe tener en cuenta la temperatura ambiente y llevar ropas adaptadas a la misma. Los zapatos serán cómodos y adecuados al tamaño del pie. Para mantener la higiene y duración del calzado conviene limpiar, cepillar y airear los zapatos con regularidad.