Es importante tener en cuenta que debemos inculcarles a nuestros alumn@s las normas de aseo personal para mantener una correcta y saludable higiene corporal, esto implica que desde el hogar se deben manejar y difundir dichas normas para que luego en la escuela sean reforzadas permanentemente, aún desde la educación temprana se maneja con prioridad el ámbito y el área de la Salud con métodos de enseñanza y aprendizaje satisfactorios para el alumno, como los juegos didácticos, las estrategias y herramientas educativas implementadas por el Docente.
PRINCIPALES HÁBITOS DE HIGIENE
HIGIENE DE
LA PIEL
La
piel es el órgano más grande del cuerpo, por eso también una buena lugar para
microbios escondidos. La piel puede servir como una barrera contra enfermedades
si es limpia o un hogar de microbios que causan enfermedades si es sucia.
·
Lave
diario especialmente después de trabajo duro y mucho sudor.
·
Asegure
que la piel está seca después de bañarse para prevenir hongos.
·
En
temporadas de viajar a playa, ríos y piscinas, se debe mantener estricto
cuidado con la piel, usar protector solar, ducharte para quitar el agua salada
o con cloro, usar cremas hidratantes, y jabones neutro sobretodo en los niños.
·
No
dejar mucho tiempo las prendas mojadas puesta, si es posible cambiar una vez
allá terminado el momento de esparcimiento.
HIGIENE DEL
CABELLO
El cabello
se ensucia con mucha facilidad porque retiene el polvo, las secreciones del
cuero cabelludo y su descamación (caspa). Es aconsejable lavarlo 2 o 3 veces a
la semana en función del tipo de cabello (graso, seco ...), y teniendo en
cuenta frotar con las yemas de los dedos, nunca con las uñas, y realizar al
final un buen enjuagado para no dejar jabón. La elección del champú debe
hacerse en función del tipo de cabello. Estas medidas generales deben
modificarse en casos especiales como en el supuesto de existir piojos.
HIGIENE EN
MANOS Y UÑAS
Por su
relación directa y constante con el medio, las manos son uno de los más
importantes vehículos de transmisión de infecciones. Hay que lavárselas con
agua y jabón al levantarse de la cama, después de tocar animales, antes de
manipular alimentos, antes y después de curar cualquier herida, después de ir
al baño y cuando se ha estado en contacto con posibles fuentes de contaminación
o intoxicación (basura, estiércol, tierra, productos tóxicos).
HIGIENE DE
LOS GENITALES
Los
genitales, al estar tan próximos a los orificios de salida de la orina y las
heces, son una parte del cuerpo que requiere especial atención. Tanto la vulva
como el pene tienen una serie de pliegues que hay que separar para lavarlos
correctamente. Las niñas deben lavarse de delante hacia atrás para no arrastrar
restos de heces a la vagina. La regla no contraindica la limpieza. Por el
contrario, exige una mayor frecuencia. Los niños deben bajar la piel del
prepucio y limpiar el glande. Los desodorantes íntimos deben desecharse, pues
pueden alterar la mucosa vaginal y exponerla a infecciones.
HIGIENE DE
LOS PIES
La limpieza
de los pies es de gran importancia, ya que al estar poco ventilados por la
utilización del calzado, es fácil que se acumule en ellos el sudor que favorece
la aparición de infecciones y el mal olor. Hay que lavarlos diariamente y es
fundamental un buen secado, sobre todo entre los dedos, para evitar el
desarrollo de posibles enfermedades. Las uñas de los pies al igual que las de
las manos, se cortarán frecuentemente y en línea recta para evitar
encarnaduras. Los zapatos deben ser cómodos, preferentemente de materiales
naturales, para facilitar la transpiración. También serán adecuados al tamaño del
pie, pues un zapato excesivamente amplio puede ser incómodo y dar lugar a
torceduras. Por el contrario, si es demasiado estrecho impide el
desenvolvimiento natural del pie y produce durezas, rozaduras e incluso
deformaciones.
HIGIENE EN
LOS OÍDOS
La oreja y el oído externo deben
lavarse diariamente con agua y jabón. Evitar la entrada de agua en el oído
medio. Esto se consigue inclinando la cabeza hacia el lado en que se está
lavando.
Los bastoncillos de algodón se
deben utilizar solo para secar los pliegues, pero nunca para la limpieza del
oído, ya que empujan la cera hacia dentro y contribuyen a la formación de
tapones. Si se observa la existencia de secreciones, picor persistente o
disminución de la audición, es aconsejable consultar al médico.
HIGIENE EN LOS OJOS
Aunque los ojos tienen un
mecanismo propio de limpieza, constituido por el sistema lagrimal, deben
lavarse diariamente con agua, especialmente al levantarse, para eliminar las
legañas producidas durante el sueño. Como medida de protección de los ojos hay
que tener en cuenta: usar una buena luz para estudiar y leer, que entre por la
izquierda para los diestros y por la derecha para los zurdos. Si es artificial
es aconsejable que sea de 60w y color azul; no leer en vehículos en movimiento,
ya que provoca variaciones continuas en la distancia entre el ojo y el texto;
mantener una distancia adecuada cuando se utilizan ordenadores o se ve la Tv.
Los padres y maestros pueden detectar defectos de visión en los niños,
observando su actitud en relación a la lectura, escritura y pizarra. Es
aconsejable que la visión sea valorada por el médico periódicamente y usar
gafas en caso de estar indicadas.
HIGIENE EN LA NARIZ
La producción de moco como
lubricante y filtro para el aire es importante, pero el exceso de mucosidad
obstruye las fosas nasales y dificulta la respiración. La limpieza de la nariz
consiste en la eliminación de moco y las partículas retenidas en el paso del
aire. Esta eliminación debe hacerse utilizando un pañuelo limpio y tapando
alternativamente una ventana nasal y luego la otra y sin expulsar el aire con
mucha fuerza. En caso de obstrucción persistente, se pueden hacer lavados con
suero fisiológico, echando unas gotas en cada una de las fosas nasales. Esto es
recomendable hacerlo unas horas antes de las comidas. Otra medida es tomar
vapores de agua, sin añadir otra sustancia, a menos que lo indique el médico.
Los niños deben llevar siempre un pañuelo limpio y evitar tocarse la nariz con
las manos sucias, que pueden producir infecciones.
HIGIENE EN LA BOCA
Los cuidados que hay que tener
con la boca están encaminados a prevenir la caries dental y la enfermedad de
las encías (periodontal) y mantener la dentadura apta para sus funciones,
además de producir bienestar y hacer agradables las relaciones con otras
personas. Las caries se pueden evitar con una reducción del consumo de azúcar;
mediante un cepillado de los dientes y encías dos veces al día, a fondo pero
suavemente; con el uso de un dentífrico fluorado; con las visitas periódicas al
dentista para detectar signos precoces de enfermedad dental. El tipo de cepillo
recomendado para la limpieza es de cabeza pequeña, mango recto y cerdas de
nylon de dureza media o suave. Hay que cambiar el cepillo con regularidad en
cuanto las cerdas se deforman. Es aconsejable usar una pasta de dientes
fluorada. En el cepillado, lo fundamental es eliminar la placa minuciosamente
sin dañar las encías. La técnica de barrido es más eficaz que la giratoria, más
fácil de aprender y de aceptar. La forma de hacerlo es colocar los filamentos
del cepillo en el cuello del diente haciendo movimientos horizontales muy
cortos y frecuentes. También es aconsejable cepillarse la lengua. La placa vuelve
a formarse en 24 horas, de manera que los dientes tienen que limpiarse
cuidadosamente al menos una vez al día, aunque lo mejor es después de cada
comida.
HIGIENE EN LA ROPA Y EN EL
CALZADO
La ropa y el calzado deben ser
objeto de especial atención. Es indispensable cambiarse de ropa después de la
ducha o baño. La ropa interior se cambiará diariamente. Los niños llevarán
ropas cómodas, no ajustadas, de fácil lavado y adecuadas a cada momento y
situación del día. Para dormir, utilizarán ropa amplia y diferente a la usada
durante el día. Se debe tener en cuenta la temperatura ambiente y llevar ropas
adaptadas a la misma. Los zapatos serán cómodos y adecuados al tamaño del pie.
Para mantener la higiene y duración del calzado conviene limpiar, cepillar y
airear los zapatos con regularidad.